En honor a una amiga (“la grandullona y dulce”) hoy voy a escribir lo que siento cuando no siento nada.
Me levanto
Corro hacia la ventana
Sorprendentemente brilla el sol
No reconozco mi casa
Este sitio no es mi hogar
Aquí no venden churros…
A la vuelta de la esquina
Ni hay feria del medio día
Aquí
Aquí casi no brilla el sol
El sonido de la lluvia no cesa
El verde esperanza se torna gris nuboso
Pero hay algo cuando anochece en este lugar
Que hace que me sienta libre
He aprendido a escuchar el mar
Me emociono con música clásica
Prefiero pasear sola…
Pero despreocupada
Me encantan mis labios rojos
Cuando hace tanto frio
Y adoro..
Adoro no sentir nada
Ni amor ni rabia
Ni añoranza ni pasión
Ni odio ni olvido
Ni recuerdo.
Es tan fácil sentir la nada y correr a dormir
Sin sentir miedo del mañana.
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