Me descalzo del peso de la rapidez de los días
me desvisto de todas las tristezas
me abrazo a la roca más grande
hago lo que dicen los libros
no me avergüenza tumbarme sola al sol
en una punta de la naturaleza
llamada San Pedro
oliendo a crema solar a mar a alegría y a libertad
observando cómo me mira la gente
“que hará esa loca escribiendo frente del mar”
y mi sonrisa contesta: “nunca lo sabrás"