Porque el mundo es una porquería:

suena el teléfono,
y la televisión encendida,
y tu grito al borde del avismo
y los kilómetros que nos separan
yo aun no sé muy bien que siento…
cuando de repente…
rompo a llorar,
quiero gritar
correr 1100 kilómetros…abrazarte
entonces mis manos se entrelazan en mi pelo
y tiro fuerte para que los pensamientos malos
no sean reales, que miedo,
y me ahogan las lágrimas,
y entonces esa felicidad que llevabas tiempo consiguiendo
se apaga,
tan rápido como las estrellas fugaces que has creído ver alguna vez
y de pronto vuelve a sonar el teléfono
pero esta vez…
estas volviendo del avismo,
conduces el coche del abuelo
y decides que el Ford orion verde
puede ser el mejor carruaje para una princesa como tú!